Torres Vedras

El azote de Napoleón

Al norte de Lisboa se encuentra Torres Vedras, ciudad que resultó decisiva en el siglo XIX, ya que formó parte de un sistema defensivo de fortificaciones militares conocido como ‘Linhas de Torres Vedras’, compuesto de tres líneas de torres, 152 reductos y 600 piezas de artillería, defendido por unos 140.000 soldados.

Este sistema sirvió para conseguir el retroceso de las tropas francesas de Napoléon, impidiendo su avance hacia Lisboa y provocando finalmente su retirada. El Castillo de Torres Vedras es un ejemplo de esas líneas defensivas que hoy pueden visitarse.

La ciudad es, además, un importante centro vinícola y cuenta con su propia Denominación de Origen, por lo que se pueden visitar bodegas y viñedos como los de AdegaMãe.

Playas casi desconocidas

Torres Vedras cuenta con 20 kilómetros de costa. Destacan la Playa de Santa Cruz, con una torre blanca que sirve de mirador; Playa Formosa, donde se levanta el Penedo do Guincho, una espectacular roca de 30 metros de altura que forma un arco natural y a la que se puede llegar a pie cuando hay marea baja; y Porto Novo, rodeada de acantilados.