Caldas da Rainha
Antiguo destino termal, Caldas da Rainha sigue conservando ese aire relajado que conquistó a la aristocracia y a la realeza portuguesa.
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Sobre Caldas da Rainha
La favorita de la reina
Caldas da Rainha debe su nombre a la reina Leonor, esposa de João II, quien decidió construir en esta ciudad un hospital termal tras descubrir las propiedades beneficiosas de sus aguas.
A una hora de Lisboa, se convirtió en a finales del siglo XIX en uno de los destinos termales favoritos de la nobleza y aristocracia portuguesa. De su época de esplendor conserva el Parque D. Carlos I, situado junto al antiguo hospital termal, con avenidas, un lago central artificial, un restaurante y un museo dedicado al pintor José Malhoa.
Otro museo que no hay que perderse en la ciudad es el de Rafael Bordalo Pinheiro, caricaturista del siglo XIX que fundó la fábrica donde se originó la popular cerámica de Caldas.
Escapada playera
Las aguas de Caldas da Rainha siguen conquistando hoy a los viajeros, concretamente las de sus playas cercanas.
En la unión de la Laguna de Óbidos con el mar, Foz do Arelho ofrece las tranquilas aguas de la laguna, perfectas para los más pequeños, y la playa abierta al Atlántico, ideal para practicar surf.
La Playa de São Martinho do Porto, con tres kilómetros de extensión en forma de concha permite practicar windsurf, vela y piragüismo. Playa do Salgado, rodeada de un acantilado utilizado por los que practican ala delta y parapente, es también ideal para practicar surf.