Guarda

La ciudad de las cinco ‘efes’

Guarda es conocida como “la ciudad de las cinco ‘efes’”: “Farta, Forte, Fria, Fiel e Formosa”. O lo que es lo mismo: abundante, gracias a las fértiles tierras del valle del río Mondego; fuerte, por sus murallas defensivas y su castillo; fría, por su proximidad a la Serra da Estrela; leal, por su negativa histórica a entregar las llaves al rey de Castilla; y hermosa, debido a la belleza de su centro histórico.

Del castillo de Guarda, ubicado estratégicamente en el punto más alto de la ciudad, se conserva la Torre del Homenaje, donde contemplar las vistas de la Serra da Estrela.

La Catedral, con su combinación de estilos gótico y manuelino, se alza imponente en la Plaza Luís de Camões, desde donde aventurarse por las calles estrechas del centro histórico, protegido por murallas, puertas y torres medievales casi intactas.

Lo que no hay que perderse…

Dentro de las murallas de la ciudad hay que pasear por la judería, ya que allí residió una de las comunidades judías más importantes de Portugal.

El Museo de Guarda, situado en el antiguo palacio episcopal, y la Iglesia de San Vicente son otras paradas imprescindibles.

Una visita a Guarda también es una oportunidad para sumergirse en la historia del país a través de rutas como la de las Aldeas Históricas de Portugal, con ubicaciones estratégicas junto a la frontera española y que varios reyes se encargaron de fortificar.

También merece la pena descubrir los 15 castillos medievales que conforman la ruta de los Castillos de Frontera.