Ponta Delgada

A las puertas de la aventura

Ponta Delgada se sitúa en la isla de São Miguel, la más grande de las nueve que conforman el archipiélago de las Azores.

Conocida como “la isla verde”, sus paisajes invitan a perderse entre cráteres y lagos volcánicos.

La laguna de Fogo es la más cercana, a menos de 30 minutos en coche de Ponta Delgada.

El paisaje protegido de la Cuenca de Sete Ciudades está algo más lejos, pero es una de las visitas imprescindibles en la isla. Está considerado una de las siete maravillas naturales de Portugal y en sus alrededores se pueden realizar rutas para disfrutar de sus diferentes miradores.

Sabor local y noches tranquilas

Las Puertas de la Ciudad, situadas en su paseo marítimo, son la entrada simbólica a esta coqueta ciudad que pasó de ser un pueblo de pescadores al principal puerto de la isla.

Allí se puede pasear entre iglesias y elegantes casas en blanco y negro –los detalles de basalto son su rasgo arquitectónico más característico–, descubrir el inescrutable Fuerte de São Brás y, sobre todo, disfrutar de su ambiente nocturno, con restaurantes donde saborear guisos tradicionales y animados locales de copas.

Aunque para probar otro de los platos más típicos de las Azores habrá que volver a ponerse las botas de montaña y desplazarse hasta Furnas. Su famoso cocido se cocina durante horas en el interior de la tierra, en las calderas volcánicas que hay junto a su lago.