Sevilla
Sevilla reúne la esencia de Andalucía: tradición flamenca, monumentos y calles medievales llenas de historia. Un seductor viaje en el tiempo que no defrauda.
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Sobre Sevilla
Una puerta al pasado
Para descubrir la esencia de la capital andaluza hay que recorrer su centro histórico, dominado por la colosal catedral gótica de Sevilla, que alberga dos hitos: la tumba de Cristóbal Colón y la mítica torre Giralda que dibuja el inconfundible perfil de la ciudad.
El castillo de Alcázar, construido durante la dinastía almohade árabe y la plaza de toros de la Maestranza, del siglo XVIII, son otras de las paradas que iluminan la parte antigua de la ciudad.
Las opciones para seguir descubriendo el arte de la capital van desde una visita al Museo de Bellas Artes, que exhibe obras maestras de pintura de El Greco y Velázquez, hasta paseos sobre dos ruedas (tiene más de 180 kilómetro de carril bici) tan apetecibles como el que va desde el puente de Triana a la catedral, pasando por la plaza de España.


Flamenco y tapas
El flamenco forma parte del corazón cultural de Sevilla y se disfruta en los diferentes tablaos (bares con espectáculo de flamenco) repartidos por toda la ciudad. Un espíritu festivo que tiene su máxima expresión en la Feria de Abril, el festival de coloridas casetas (carpas) que se celebra cada año junto al río Guadalquivir.
Junto al flamenco, las tapas son otro de los placeres inevitables en Sevilla. En el barrio de Santa Cruz, el barrio judío medieval, sus callejuelas empedradas bordeadas de naranjos acogen los mejores bares y bodegas (en la calle Mateos Gago) para saborear esta exquisita tradición andaluza.